Palomas y buitres
noviembre 09, 2006
Palomas y buitres
Yo no sé qué inquietud cambia mi cielo
de palomas a buitres, solo y uno;
qué demonio destila su importuno
veneno en cada gota de mi anhelo.
No sé, cuando de noche me desvelo,
en qué salobre océano me acuno;
qué amargo corazón me desayuno
sin pan cada mañana y sin consuelo.
Yo no sé qué catástrofe ensañada
desanuda el gemido en mi garganta,
de tanto sollozar seca y baldía.
Despojada de soles y alunada,
no sé por qué, impaciente, se adelanta
a mi encuentro la muerte cada día.
Escrito por Cristina Longinotti ::
23:27 ::
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